jueves, 2 de abril de 2015

Caperucita Roja II (Lobos)


La suavidad del pelaje de Lobo acompañaba a Red. Brillante, tupido, invitándola a dejarse envolver por sus garras. Red sabía que Lobo era producto de su fantasía, cómo lo fueron los otros. Imaginación, fantasía, esa parte tan activa en la vida de Red. Pero Lobo fue especial. Lobo se atrevió a lamerle el alma. Un lengüetazo disfrazado de caricia que casi, casi consiguió disolver su alma.

Lobo era perfecto, lo recordaba entre la neblina y el sueño de su fantasía. Lobo ya no estaba. Lobo era bello, con grandes ojos transmisores de amor, con grandes orejas, receptáculos de los lamentos y tristezas de Red. Los dientes de Lobo eran blancos, ordenados y limpios, siempre limpios, hasta después de desgarrar el alma de alguna de sus presas. Y sus versos… los versos… El alma de Red suspiraba por aquellos versos que ya no volverían. Aquellos versos que antes fueron de otras. Ahora quien sabe que musa llevaba de la mano a Lobo. Lobo ya no estaba.

“…Háblame de los que has encontrado

en tu largo caminar…”

Pero hubo más Lobos, cada uno distinto. Red los amó, se fundíó en ellos pensando que eran príncipes azules, hasta que siempre, siempre acababa descubriendo las garras mortíferas, los colmillos dispuestos a desgarrar su fina piel, a arrancar sus sueños, a robar su corazón, a engullir su alma.

Los rostros de sus Lobos desfilaron en espiral frente al tercer ojo de Red. Con su piel desnuda y descubierta de espuma y con Gato como único espectador, Red se sacudió asustada ante la ferocidad de la mirada de Lobo. Era una atracción que la arrastraba directa a sus afilados dientes. Lobo era el único. Abrió sus ojos con espanto y se sentó con brusquedad provocando un oleaje que arrastró a Gato a la odiosa humedad del baño.

Gato saltó fuera del agua con un bufido que demostraba su enfado y sorpresa. Mojado estaba horrible. Red, en pie en el centro de la bañera, se volvió hacia el espejo y en silencio enfrentó la visión de su cuerpo desnudo, de su alma desnuda.

Silencio

No hay comentarios:

Publicar un comentario