lunes, 9 de julio de 2012

FUEGO (LOS 4 ELEMENTOS)


           Seguía echando agua sobre las cenizas. La presión con la que ésta salía le empujaba contra el lateral del camión. Sus escasas fuerzas parecían abandonarle mientras sentía que el calor sofocante hacía el aire casi irrespirable. Alrededor las llamas seguían gimiendo, lamiendo los tronchos que intentaban escapar hacia el cielo abierto. Los helicópteros descargaban a menos de cien metros las cestas llenas de fresca esperanza. Aquel infierno parecía que nunca iba a acabar.

De pronto la vio, junto a los árboles que había mudado su color antes verde  a un negro ceniciento, humeante. Él, sin soltar la manguera, recostándose extenuado contra el camión levantó las gafas protectoras que estaban encajadas en su rostro y se frotó los ojos. Al volver a enfocar la mirada ella todavía estaba allí.

-¡Oiga!, ¡salga de ahí! –exclamó con voz temblorosa-  ¿Cómo ha llegado usted aquí?

            Él no esperó respuesta, ya había abandonado la manguera a su suerte y con ella la seguridad del camión de bomberos. La mujer le miró por encima de su hombro y emprendió la marcha entre los troncos quemados, sin mirar atrás, desplegando su cabello rojo, rizado, que como una capa acompañaba su caminar seguro, decidido.

            -Señora, por favor, no debería seguir. Esto es muy peligroso, las llamas nos pueden alcanzar en cualquier momento

            Ricardo alzaba cada vez más la voz, temeroso de que la mujer no le pudiera escuchar ya que el rugido del fuego parecía volver a elevar su volumen. Ella no se detuvo. Casi creyó que era producto de su imaginación, de no ser porque ella le volvió a buscar por encima de su hombro y se cruzaron sus miradas. La de Ricardo asustada, cansada. La de la mujer firme, cargada de confianza, de paz.

            En aquel momento todo se precipitó. Una lengua de fuego se lanzó desde lo más alto, mientras bajaba por los árboles que ya no le podían servir de alimento, ella paró y extendiendo sus brazos le invitó a protegerse en su regazo. Ricardo no podía respirar, notaba el peso del fuego sobre sus hombros, el aire denso parecía querer hacer estallar sus pulmones. Todo estaba a punto de arder, su casco, su ropa contraincendios, sus botas, su rostro, su alma. Todo era fuego a su alrededor, no había tierra ni árboles, ni cielo. Sin pensarlo se dejó llevar y se acurrucó en los brazos de la mujer que arropada por su cabello rojo le acogió en su seno dejando que la calma se adueñara de él.

Y fue entonces cuando lo entendió, cuando todo quedó en un silencio instantáneo, cuando pudo cerrar los ojos al tiempo que alzaba su rostro buscando los labios de aquella mujer. Su labor había terminado, había alcanzado su objetivo. Seria el último fuego que apagaría.  Al sentir los labios de ella entre los suyos, abrió los ojos  y  se abandonó a aquella visión de color aguamarina, a aquel perfume dulce,  a aquel sabor de caramelo, a la suavidad de su cabello. Ahora sentía frio.

FUEGO (LOS 4 ELEMENTOS)  by Pilar Aleixandre

6 comentarios:

  1. Precioso, sensual... me encanta... gracias por compartir...

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  2. Un relato tan breve como intenso. Esta colina tendrá frondosos bosques. Enhorabuena.

    Un saludín

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  3. Triste, como la realidad que transmite.
    Tal vez, porque no?...tal vez sea asi alguna vez,...ojala!
    Me gusta como has llegado a asociar tantos sentimientos y sensaciones, dolor, amor, miedo, pasion, impetu, angustia, indecision, compromiso,vocacion, proteccion maternal y profesional...prteccion fiisica y ternra...pasion!
    Asi eres tu, un todo en ebullicion y constante movimiento!!!!!!!
    Todo esto es para decirte que sigas visitando tu rinconcito para seguir creando momentos unicos y hacernos participes a los que estamos cerita de ti. Me gusta!!!!

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    1. Ya te he dicho que eres un amor?????... wapa (por dentro y por fuera)

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