Me persiguen, me acosan, me acechan, no puedo dar un paso sin encontrarme con ellos. ¿Qué quieren?, ¿qué persiguen?, ¿qué ven en mí que todos me anhelan?
Si camino con prisa, a la vuelta de la esquina me encuentro a uno de ellos, que con mirada bobalicona suspira por mis huesitos. Si mi ruta es una carrera a pié, allí están. Me adelantan, se dejan adelantar, me observan deseosos… Y si duermo, soñando contigo, envuelta en mi deseo, arropada por tus recuerdos, llegan en tropel… putos mosquitos.
jajaja
ResponderEliminarchupasangres.
Muy conseguido. Me recuerda a Borges, con el sorpresivo final en la última línea.
Enhorabuena