Rompiendo mis esquemas, abriendo las
puertas que cierran mi mente, desanudando el corsé, desnudando un poco más mi
alma frente a la frialdad de mi propio espejo.
Últimamente ando entre el
silencio y la compañía de sabios mantras. Es cierto, algunas veces es mi mantra
particular el que me atrapa y me lleva al fondo del pozo… tan abajo... ya sabemos, caer para
levantarse. Alguien, hace pocos días, me dijo unas palabras, tal vez sin saber
lo profundo que llegaban. Me mandaba ese mensaje en el que me hacía entender
que era necesario pasar por aquí para llegar donde está mi sitio. Sí, lo sé,
esto no es la primera vez que me ocurre, tú también me dedicaste esas palabras….
Y tú, y tú, tú también… sí, tú también y por ello te lo agradezco.
Andando entre silencio y silencio
inicio el día en el bosque para luego abandonarme a una nueva experiencia. El
baño de gong me ha llevado a un nuevo islote de calma. Lo que pensé que me
quitaba el sueño no me ha acompañado en este corto viaje, tan sólo certeza, más
certeza de que este es mi camino.
Namaste
No hay comentarios:
Publicar un comentario