domingo, 20 de octubre de 2013

5 minutos (comer en tu mano)


 

Cuando la vida me lleva dando tumbos, araño cinco minutos al tiempo que nos separa. Llega el instante en el que con los pies anclados al suelo, cierro mis ojos y  solo veo tu rostro. Tu nombre llega a mis labios, como mantra  ideado para calmarme. Pero ese no es el efecto. Mi corazón se vuelca en un suspiro desgarrando las fibras del amor. Paso del ying al yang con la velocidad del sonido

Te deseo

Te temo

Te sueño

Me alejo, te alejo

Te libero, me suelto

 

Quiero abrir mis ventanas a tu sueño, que tus manos me atrapen, tus brazos me recojan y me calmen. Quiero sentir tu mitad abierta a la mía, completando el espacio que me falta. Deseo notar como me deslumbra tu luz, tu calma, tu constancia, tu empeño…


Donde puse esa fina línea que separa lo real de lo irreal...

Dónde tienes tu norte…

Y dónde quedaron mi soledad y mis deseos de paz.

 
Cuando me caigo en el abismo de los recuerdos, me emborracho con cicuta asesina. Me suicido con la presencia borrosa del que pudo ser y no sé...

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