Uno de esos días en los que
parecía que iba a ser un día más,
llegaron tus ojos y mi mirada se perdió en ellos. Mi talle encontró aquellos
brazos que sabían hacer sin necesidad de ser guiados. Y encajaban y ajustaban,
en la justa medida del molde perfecto. Un abrazo nos dejó impregnados del aroma
del cuerpo desconocido, reconocido como el que complementa lo más profundo del
propio ser. Palabras parpadeadas en miradas mantenidas. Besos derramados desde la
piel, sin labios, sin lengua, sin dientes… Palabras que se hacen eco de las que
salen de la boca desconocida, la que destila la potencia del sentir….
Uno de estos días tiro la casa
por la ventana, quemo mis naves, me corto la melena, tatúo profundamente tu ser
en mi alma y echo a volar lejos de tu recuerdo.
Con más poesía cada día
ResponderEliminarcon alegre profundidad
con exión de mente y corazón.